La gestión costera, de sus usos, actividades, y de los instrumentos de protección y conservación en Canarias, ocupa múltiples niveles institucionales y administrativos, que constituyen el verdadero desafío para establecer una estrategia conjunta multosectorial y transversal, con sus acciones e instrumentos que permitan adaptar la realidad insular a los cambios que ya son sensibles en las costas de las islas, como consecuencia de los efectos del cambio climático. Es absolutamente imprescindible adaptar nuestros sistemas de toma de decisiones a la nueva realidad climática de los océanos, de manera que se incorporen medidas que fortalezcan la resiliencia de los sistemas vivos a estos cambios.
